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Se enumeran las áreas donde se necesitan mejoras adicionales, a saber, una mejor implementación del Código de Conducta, incluidas sanciones financieras en caso de incumplimiento, la introducción de actividades más sancionables y la prohibición de cualquier actividad remunerada que pueda crear un conflicto de intereses con el mandato de un eurodiputado; un proceso de aprobación de los viajes pagados por terceros países y una verificación adicional de los asistentes de los eurodiputados y del personal del Parlamento que trabaje en ámbitos políticos sensibles, en particular en asuntos exteriores, seguridad y defensa.
Asimismo, el Comité Consultivo sobre la Conducta de los Diputados debe reformarse para reemplazar al organismo independiente de ética de la UE hasta que esté en funcionamiento; declaraciones de bienes de los eurodiputados al principio y al final de cada mandato; recursos adecuados para el Registro de Transparencia y una obligación para los eurodiputados, su personal y empleados del PE, de declarar reuniones de trabajo con diplomáticos de terceros países, donde tendrían “un papel activo y una influencia clara e inmediata” en el trabajo, excepto cuando esto pudiera poner en peligro a los involucrados o el interés público.
Igualmente, las normas internas deben alinearse con la Directiva sobre denunciantes de irregularidades. El parlamento observa que las ONG supuestamente se han utilizado como vectores de interferencia extranjera e insta a una revisión de las regulaciones existentes para mejorar la transparencia en su gobierno, presupuesto, influencia extranjera y personas con control significativo. Finalmente, el PE reitera su petición de un organismo de ética independiente para las instituciones de la UE que restaure la confianza de los ciudadanos. Fuente de la información: PE. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.